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Fenouillèdes Cátaras

Pequeña historia del territorio ...

 

En las Fenouillèdes abundan tesoros prehistóricos, pruebas de una ocupación muy antigua del territorio : huellas de la presencia del hombre de Neanderthal (- 120 000 años), asentamientos de los primeros hábitats conocidos en las orillas del Agly (-5800 años), generalización de sepulturas colectivas (-200 años), huesos y objetos de la edad del cobre, del bronce y del hierro ( pulsera, jarrón, horquilla, osario). Los vestigios más emblemáticos son los dólmenes, que quedan visibles en Ansignan, Feillums y Trilla y el menhir de Prats-de-Sournia..

Tierra frontera, las Fenouillèdes han conocido desde hace 5000 años influencias culturales ibéricas, celtas, griegas, romanas (acueducto de Ansignan), germánicas y árabes ( castillo des Maures /de los Moros, en Caudiès), antes de ser integradas al Reino de Francia por Pepín el Breve en el siglo VIII. Llega a ser un Vizcondado ya al final del siglo X.

 

Aunque vinculado con los Pirineos Orientales, desde el punto de vista administrativo, las Fenouillèdes se relacionan por la historia y la tradición occitana al país cátaro. Los castillos de Quéribus, Peyrepertuse y Puilaurens, últimos bastiones cátaros, se yerguen iguales que sentinelas. Déjese guiar y contar la historia del Catarismo…y venga a visitar el castillo Saint-Pierre en Fenouillet...último testigo de aquella historia de verdadera leyenda.

Desde el siglo XII, la Orden de los Templarios refuerza el patrimonio territorial de la Encomienda del Mas Déu (Trouillas) gracias a las donaciones de los señores de las Fenouillèdes : Prugnane (1173), Rabouillet (1188), Rasigueres, Lesquerde, Caramany …La creación de la Preceptoría en Centenac (Saint-Arnac) en 1214 ayudó a la administración de esas tierras de recursos agrícolas importantes.

Asi, durante casi cuatro siglos, quedaron las Fenouillèdes la antigua frontera entre reíno de Aragón y de Francia, antes de ser integradas al Rosellón a raiz del tratado de los Pirineos en 1659. Antes de esa fecha, el pueblo de La Tour-de-France, con su nombre evocador, era un puesto frontera que controlaba la salida del valle del Agly. Le dio su nombre una torre, mencionada por primera vez en 1020, que ayudaba a vigilar la frontera : la torre de « Triniach ». Todavía se puede ver un mojón que materializaba la frontera en un lugar llamado « La Roque d’En Talou ».